Las personas, una desgracia para nuestro planeta.

El calentamiento global está provocando grandes estragos en la Tierra y si no lo remediamos pronto, estos probleman no tendrán solución. Estamos destruyendo nuestro planeta, y debemos buscar un remedio para ésto.

Sóla y únicamente nosotros somos los responsables de lo que está pasando en la actualidad. Los casquetes polares se están derritiendo, la temperatura varía, y el tiempo atmosférico está cambiando por completo, ya que estamos teniendo los inviernos más fríos y los veranos más calurosos de los últimos años. Todo esto, entre otras cosas, son los resultados de nuestra irresponsable conducta, ya que le echamos las culpas a los demás aunque nosotros hagamos lo mismo. Cuando escuchamos que el efecto invernadero es provocado por la emisión de ciertos gases a la atmósfera, nos parece muy mal qu las personas permitamos esto, pero en realidad, ¿quién hace lo contrario para evitarlo? Ni siquiera el 50% de la población es capaz de coger un autobús o un tren para ir a trabajar por las mañanas, o de compartir el coche con más gente por tener que desviarse un par de kilómetros. Todas estas acciones y conductas no perjudican a nadie más que nosotros. Estamos adoptando una serie de "malos" hábitos, los cuales están perjudicando a nuestro planeta. Somos las personas y nada más que las personas las que estamos contaminando la atmósfera, luego nos quejamos de que si hay agujero en la capa de ozono, que si hay que solucionar esto... Pero cuando se propone una solución, ¿quién la cumple realmente? Todo el mundo sigue cogiendo su coche para ir a trabajar, aunque también es cierto que hay personas que sí recapacitan. Pero a lo que íbamos, casi todas la personas siguen llendo a trabajar en sus cochecitos, ya que no pasa nada porque lo que yo hago mal lo arregla otro, ¿no es verdad? Pues no. A ésto es a lo que me refería al principio de esta noticia, a la conducta irresponsable, al yo no porque otros sí, a que yo no voy a renunciar a ir calentito en mi coche porque ya habrá otro que se aguante en el autobús por mí. Y así es como va esto, señoras y señores, cada uno va a lo suyo y a lo de su interés, porque no importa que en unos años todo esté patas arriba, ya que cada uno seguirá llendo a su trabajo, en su coche, y sin importarle nada de lo que pase en nuestro mundo.