lunes, 19 de abril de 2010

Entrevista de trabajo

Luis: Hola, buenos días.
Pablo: Hola, venia por la entrevista de trabajo.
L: Ah vale pues entonces vamos a empezar con unas preguntas, ¿le parece?
P: Claro, claro, por supuesto.
L: ¿Ha trabajodo usted en alguna otra vivienda?
P: Sí, dos veces.
L: ¿Tiene estudios?
P: Sólo asta B.U.P.
L: ¿Tiene usted conocimientos de fontanería y eléctrica?
P: Los suficientes para arreglar cualquier problema que surja.
L: Muy bien, sigamos, ¿Le gustan los niños?
P: Sí, pero no que me molesten mientras estoy trabajando.
L: ¿Se considera usted una persona trabajadora?
P: Sí, normelmente no dejo nada sin terminar.
L: Vale, pues muchas gracias, ya le llamaré.
P: Gracias a usted.

El Parque de Atracciones

Iba en el coche por la Casa de Campo, pasó por delante del ZOO de Madrid, y por encima de los árboles ya comenzaba a alzarse, en dirección al cielo, La Lanzadera del Parque de Atracciones de Madrid.

Al fin llegó y pudo entrar, no pensaba en otra cosa que en subir ahí arriba. Se puso en la cola, aquello parecia no terminar nunca, esos 60 metros hacia arriba, que comenzaban a asustarle. Cada vez estaba mas cerca de esos 5 escalones que le separaban de la entrada. Cada vez que veía salir a la gente, u oía los gritos el la bajada, le entraban unos escalofríos terribles por la espalda. Al fin llegó a esas escalerillas finales, aquellas que te dicen que en cerca de un minuto estarás dentro. Entonces llegó el engargado, un chico alto, moreno y delgado, quitó la cadena, y dijo: "Pasa".
Finalmente, allí estaba, sentado con el arnés bien sujeto, cuando aquello comenzó a ascender. Le temblaban las piernas y aquello subía y subía sin parar. Cuando la gante de la cola ya parecía una hilera de pequeñas hormiguitas, el asiento se detuvo. Empezó a escuchar los extraños ruidos en los mecanismos, los cuales le pusieron aún más nervioso. Pasó un tiempo de 3 a 5 segundos, los cuales se le hicieron larguísimos, y sonó el "Clac".

La caída no duró más que un par de segundos, pero fue increíble. Vió pasar todo hacia arriba a una velocidad endemoniada. La espera había merecido la pena.

El Final Inexistente

Eran las 10:00 de la noche, y ambos salían del juzgado. Salían juntos, pero sin hablarse, ninguno se lo podía creer. Habían sido declarados culpables de un homicidio sin razón, e iban a pasar 6 meses en una celda, en una cárcel de Albacete. Pero además no solo tenían bastante con eso, además les tocaba compartir celda.

Llegaron a Albacete dos días después del juicio. Les enseñaron su celda, le registraron y quitaron cinturones, cordones y demás, y le dejaron ahí dentro. Pasaban horas sin saber que hacer. Uno de ellos se levantó y se lavó la cara. Al sacudirse las manos para quitrse parte del agua, gran parte de las gotas fueron a parar a la cara del otro, lo cal ocasionó el enfado de este.

-¿¡¡ Que te crees que haces payaso!!?
-¿¡¡Cómo que payaso!!? ¿Te crees que despues de tanto tiempo sin hablarnos eres digno de venir y llamarme payaso?
-Pues sí. Te recuerdo que todo ese tiempo sin hablarnos no es culpa de nadie más que tuya.
-¿¡Mía!?
-Sí, tuya.
-¡¡¡Si tu no hubieses empujado a tu hermano yo no le habría atropellado!!!
-Bua, paso de tí.

Y así pasó el tiempo, entre discursiones y peleas, dentro de esas cuatro paredes, entre viejos amigos, separados por unagran enemistad.