lunes, 19 de abril de 2010

El Parque de Atracciones

Iba en el coche por la Casa de Campo, pasó por delante del ZOO de Madrid, y por encima de los árboles ya comenzaba a alzarse, en dirección al cielo, La Lanzadera del Parque de Atracciones de Madrid.

Al fin llegó y pudo entrar, no pensaba en otra cosa que en subir ahí arriba. Se puso en la cola, aquello parecia no terminar nunca, esos 60 metros hacia arriba, que comenzaban a asustarle. Cada vez estaba mas cerca de esos 5 escalones que le separaban de la entrada. Cada vez que veía salir a la gente, u oía los gritos el la bajada, le entraban unos escalofríos terribles por la espalda. Al fin llegó a esas escalerillas finales, aquellas que te dicen que en cerca de un minuto estarás dentro. Entonces llegó el engargado, un chico alto, moreno y delgado, quitó la cadena, y dijo: "Pasa".
Finalmente, allí estaba, sentado con el arnés bien sujeto, cuando aquello comenzó a ascender. Le temblaban las piernas y aquello subía y subía sin parar. Cuando la gante de la cola ya parecía una hilera de pequeñas hormiguitas, el asiento se detuvo. Empezó a escuchar los extraños ruidos en los mecanismos, los cuales le pusieron aún más nervioso. Pasó un tiempo de 3 a 5 segundos, los cuales se le hicieron larguísimos, y sonó el "Clac".

La caída no duró más que un par de segundos, pero fue increíble. Vió pasar todo hacia arriba a una velocidad endemoniada. La espera había merecido la pena.

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